El volcán lanzó las últimas semanas de noviembre una columna de ceniza y vapor que llegó hasta el sur de Quito. Mientras el gigante da muestras de lo sublime de la naturaleza, los habitantes de los Andes del Ecuador ni se inmutan enfocados en la cotidianidad.
Para tener una idea de la magnitud de estos eventos, que pasan muy desapercibidos, aquí una información del riesgo: